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"Lo más importante para practicar yoga es escuchar tu cuerpo"

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Marta Gil, de Here and Now Yoga, había practicado esta disciplina antes, pero fue en Australia cuando la descubrió de verdad y decidió compartir su conocimiento. Para Marta el yoga es una práctica diaria, continua y constante. «Supone ver cómo cambia tu cuerpo a la vez que evoluciona tu mente. Las mujeres que están embarazadas realizan consultas orientadas sobre todo a la seguridad del bebé«, explica. Hemos hablado con ella para conocer qué ventajas que ofrece este ejercicio durante el periodo gestacional y esto es lo que nos ha contado.

-¿Qué beneficios tiene el yoga para el embarazo?
El yoga es una práctica muy completa, trabajas el cuerpo y la mente en cada sesión, por lo que es una forma genial de estirar y relajarte, además de conectar con el bebé y con la transformación que ocurre en tu cuerpo. La parte física de la práctica te ayuda a mantenerte en forma a pesar del aumento de peso y el cambio radical que sufres a muchos niveles, lo cual ayuda también a mejorar la autoestima. La parte de la práctica que trata más las técnicas de respiración, te ayuda a llevar mejor las contracciones y mantener la calma durante el parto.

-¿Qué tipo de consulta te hacen las mujeres que están embarazadas?
Van especialmente orientadas a la seguridad del bebé. Muchas mujeres no han hecho yoga antes de que se lo haya recomendado el médico al quedarse embarazadas, y mucho de lo que han visto o se imaginan implica comprimir el abdomen, hacer mucha fuerza o ponerse boca abajo, pero para nada: ¡hay mucho más! Otras mujeres que por el contrario ya tenían una práctica establecida antes de quedarse embarazadas, no están seguras sobre cómo modificarla de acuerdo a esta nueva etapa, de forma que les sea beneficiosa y además segura para el feto.

-¿Qué ejercicios recomiendas para preparar el parto?
Todas las posturas que favorezcan la apertura de caderas -todo siempre con moderación- son beneficiosas en cualquier estado del embarazo, ya que ayudan a aumentar la flexibilidad para el momento del parto. Como ejemplos, kapotasana (o postura de la paloma), ardha chandrasana (o media luna), virabhadrasana (o guerreros, que además fortalecen las piernas) o baddha konasana (mariposa).

-¿Qué tipo de yoga impartes a las embarazadas?
Exactamente el mismo que a las que no están embarazadas: Vinyasa Yoga, un estilo de yoga físico derivado del Hatha Yoga. Simplemente ajusto ciertas posturas que están contraindicadas durante esta etapa, y ofrezco modificaciones a algunas asanas para que todas se sientan lo más cómodas posible en clase. Por mi experiencia, a una mujer embarazada no le gusta sentirse limitada estarlo. Nueve meses es un periodo muy largo, y ya se encuentran suficientes impedimentos en el día a día como para sentirse también limitadas en su práctica. En mi opinión, yoga es para disfrutar, para conocer tu cuerpo y conocerte a ti en cada sesión, y el Vinyasa es una forma increíble de hacerlo, que será diferente en cada etapa de la vida.

-¿Cuáles son las mejores posturas para las primeras semanas del embarazo?
Los 3 primeros meses de cualquier periodo gestacional son de especial riesgo, aunque el embarazo en sí no lo sea. Por ello siempre aconsejo consultar con el médico antes de practicar yoga, especialmente si nunca lo han practicado antes, ya que la forma física todavía será similar a la de antes del embarazo, lo que nos lleva a querer llevar la práctica demasiado lejos.

Ahora bien, tanto para mujeres que no han practicado nunca como para las que ya tienen una conciencia mayor de su cuerpo, las posturas que como hemos hablado favorezcan la apertura de cadera son muy beneficiosas. Las que facilitan las extensión lateral crean espacio en el abdomen en un periodo en que está muy comprimido; las posturas en cuatro apoyos (cuadrupedia) ayudan a llevar al bebé a la posición ideal para dar a luz, y las posturas de pie, además de ser muy seguras, favorecen el fortalecimiento de la parte inferior del cuerpo.

-¿Y las que no recomiendas?
En cualquier etapa del embarazo deberíamos evitar posturas muy extremas o que pongan en peligro nuestra integridad, como los equilibrios más complejos. Tampoco se recomiendan las posturas invertidas, saltos, estiramientos demasiado exagerados o las torsiones profundas, para no estrujar al bebé. Del mismo modo, las posturas boca abajo en las que el abdomen quede comprimido contra el suelo y las que requieran un trabajo abdominal fuerte deberán ser sustituidas por otras variaciones o alternativas.

-¿Qué efectos se pueden conseguir practicando esta disciplina?
Son numerosos los estudios existentes acerca de los beneficios de la práctica de yoga durante esta etapa, pero algunos de los que más me comentan mis alumnas son un sueño más profundo y reparador: se duermen antes y se despiertan más descansadas. Con una práctica continuada, reduce el estrés y la ansiedad: el embarazo es una época de gran cambio físico, emocional y hormonal, por lo que hay que trabajar con una misma para llevarlo con calma. Aumenta la fuerza, flexibilidad y resistencia de muchos de los músculos involucrados en el parto, y además ayuda a aliviar el dolor en lumbares, náuseas y dolores de cabeza.

-A parte del estado físico, ¿por qué se dice que el yoga es mente y cuerpo?
El yoga es mucho más que una práctica física porque a través de conectar con tu cuerpo, consigues llegar a un estado de conciencia más profundo que cualquiera al que puedas acceder en tu vida diaria o cualquier otro deporte. Para cualquiera que no lo practique, esto serán probablemente términos confusos. Pero por ponerlo de alguna forma, digamos que hay una relación clara entre el cuerpo y la mente, algo que todos experimentamos.

Por ejemplo, si estamos enfermas, podemos estar también apáticas o tristes. Si al llegar del trabajo estás cansada y estresada, es posible que sientas dolor o rigidez en el cuello y hombros. Y si estás contenta, puede que te apetezca bailar, moverte, o dar saltitos al andar. Del mismo modo, con la práctica del yoga, a través de posturas físicas comienzas a percibir tu cuerpo de una forma que nunca antes habías hecho, y lo mismo haces con tu mente: tu humor, tu estado mental, tus enfados y tus alegrías adquieren una dimensión nueva.

-¿Cómo es la recuperación del embarazo, practicando yoga?
Uno de los mayores beneficios del yoga es que te ayuda a recuperar tu estado físico, fuerza y tono muscular sin apenas impacto en las articulaciones, especialmente importante después de 9 meses sin practicar ejercicio físico fuerte. Además, a través de varias respiraciones y posturas, se trabaja la musculatura del suelo pélvico, para que vuelva a su estado natural tras dar a luz. Por estos y otros motivos dicen que yoga combinado con ejercicio cardiovascular suave (andar, por ejemplo) son la forma ideal de mantenerse en forma durante y después del embarazo.

-¿Algún otro parámetro relevante que quieras añadir?
Escucha a tu cuerpo. Siempre. Es posible que lo que funcione para una mujer no lo haga para otra, y no pasa nada. No hay profesor mejor que tus propias sensaciones, así que si sientes que no quieres ir más lejos en una postura, para. Y si conoces tu cuerpo y estás cómoda, adelante.



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