Relaciones sexuales programadas

Las relaciones sexuales programadas pueden ser la primera opción de tratamiento cuando una pareja busca el embarazo de forma natural y este tarda en llegar. Cuando hay ausencia de alteraciones en la ovulación y en el esperma, las posibilidades de lograr el embarazo aumentan siguiendo unas sencillas indicaciones del ginecólogo para mantener relaciones sexuales en el momento adecuado.

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Esta técnica sincroniza la ovulación con el coito, mejorando la ovulación natural de la mujer y determinando la fecha de ovulación para asesorar a la pareja del momento ideal para mantener relaciones sexuales en busca de un futuro bebé. Además, gracias a un ligero tratamiento hormonal, permite la correcta maduración de uno o más ovocitos (óvulos).
El coito dirigido  está indicado para parejas de menos de 36 años sin motivos aparentes de esterilidad. En aquellos casos en que se valoren alteraciones tras el chequeo de fertilidad, se les orientará hacia técnicas de reproducción asistida avanzadas como la inseminación artificial o la fecundación in vitro (FIV).

Seguimiento del ciclo natural

El principal atractivo de esta técnica es que no supone ningún tipo de complicación posterior ya que no necesita de intervención quirúrgica o de procedimientos más exhaustivos. Sencillamente, se trata de dirigir las relaciones sexuales al momento más fértil del ciclo menstrual, que es el período de ovulación.

Este proceso sucede normalmente en el catorceavo día en mujeres que tienen ciclos de 28 días, aunque depende de la duración del ciclo, por lo que el ginecólogo monitorizará y llevará a cabo un seguimiento individualizado de cada paciente para indicar en cada caso los consejos más adecuados.

Claves de las relaciones programadas

La programación de relaciones sexuales por parte de un ginecólogo/a especialista para aumentar las posibilidades de embarazo, permite varias ventajas:

  • Activa la correcta maduración de uno o más ovocitos con una pauta farmacológica (en la mayoría de casos con Clomifeno). 
  • Se realiza un seguimiento ecográfico del desarrollo ovocitario para detectar el momento más adecuado.
  • Se provoca el momento exacto ovulatorio de manera farmacológica: lo que permite sincronizar con exactitud el intervalo fértil de la ovulación con las relaciones íntimas de pareja.
  • En aquellos casos que se valore necesario se puede indicar una pauta específica para la preparación del endometrio con el objetivo de favorecer la implantación del embrión.
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