Qué puedo comer cuando estoy embarazada

¿Cuántos kilos puedo engordar en el embarazo?

Esta es una de las preguntas que toda mujer realiza al médico o a la matrona en la primera consulta tras enterarse de que está embarazada. La siguiente suele ser, “¿puedo comer de todo?”. Para contestar a la primera pregunta tenemos que decir que no hay una cifra concreta del número de kilos que se puede aumentar, sino que el incremento de peso durante el embarazo va a depender del peso de la gestante en el momento de quedarse embarazada y, aún mejor dicho, del índice de masa corporal (IMC).
Ya sabemos cómo afecta la obesidad a la fertilidad, lo explicamos en este artículo en el que también incluimos en qué consiste el IMC, qué es, cómo se calcula y se señalan los problemas más importantes que podían aparecer en la gestación con sobrepeso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado unas tablas en las que se exponen las cifras recomendadas para el aumento de peso adecuado según el IMC y si es una gestación única o gemelar.
Cuánto peso debo aumentar durante el embarazo
El peso que se puede aumentar durante un embarazo único, si se tiene un peso normal según el IMC, está entre los 11,5 kg y los 16 kg. El aumento de peso no es igual durante los todos los meses que dura el embarazo. En general, en el primer trimestre se aumenta poco, entre 0,5 kg y 2,5 kg. Posteriormente se aumenta semanalmente alrededor de medio kilo. En el tercer trimestre se suele aumentar algo más de peso que en el segundo.
Si en un control de la gestación se ve que se ha aumentado muy poco peso o, por el contrario, mucho más de lo que le corresponda por semana, se tendría que reevaluar la dieta. Hay que observar si es la correcta, si hay algún problema en la gestante y, además, valorar si el crecimiento fetal está afectado o no por esa alteración del peso de la madre.
Hay evidencias de que el peso y la talla del recién nacido (macrosomía fetal y recién nacido de bajo peso) están determinados en parte por el peso que gana la madre durante la gestación y la forma de hacerlo, con las complicaciones médicas que pueden ocurrir en el momento del parto y posteriormente. Una de esas complicaciones que pueden afectar la gestación es la hipertensión arterial y, como complicación mayor de esta, la preeclamsia. También puede aparecer la diabetes gestacional.
Pero no olvidamos la segunda preocupación: ¿puedo comer de todo?
La dieta de la mujer embarazada tiene que ser variada, equilibrada y en cantidades adecuadas. Se aconseja la ingesta repartida a lo largo del día en cinco tomas, en vez de las tres típicas (desayuno, comida y cena). Hay que intercalar una pequeña ingesta a media mañana y a media tarde y, sobre todo, recordar que “no debes comer por dos sino para dos”.
Una mujer embarazada puede comer de todo pero tiene que vigilar ciertos alimentos porque pueden afectar al bebé. No se debe tomar las verduras crudas o mal lavadas, así como las ensaladas. Hay que evitar comer los embutidos y carnes crudas o poco hechas por el riesgo de la toxoplasmosis (en mujeres que no están inmunizadas). El pescado o el marisco no se debería comer crudo por el riesgo de estar contaminado con anisakis.
Para evitar una posible infección de listeria se aconseja no tomar leche o quesos que no estén pasteurizados y, por el riesgo de la salmonelosis, es necesario tener cuidado con los huevos crudos y la mahonesa. Muchas de estas medidas las debemos tener todos a la hora de alimentarnos. Por supuesto, durante el embarazo no se debe tomar alcohol y hay que disminuir la ingesta de café.

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