Consejos para un embarazo saludable

En el momento que nos quedamos embarazadas debemos seguir una serie de recomendaciones para que no sólo nosotras nos sintamos bien durante todo el proceso, sino para que nuestro futuro bebé crezca de la manera más saludable. En este post nos centraremos en la alimentación, el ejercicio físico y el estrés, uno de los principales males de nuestra sociedad moderna.

En el embarazo es normal que aumenten las ganas de comer, por lo que no vale el dicho de que ahora hay que comer por dos, sino que lo indicado es aumentar la frecuencia o nº de veces que comemos al día pero de forma saludable. Tentempiés como frutas son un buen aliado para matar el gusanillo entre las comidas principales. Un puñadito de frutos secos como las nueces, ricas en ácidos grasos, ayudarán también al desarrollo cerebral de nuestro futuro bebé. Aumentar la frecuencia o nº de veces que comemos a lo largo del día no significa que las raciones también aumenten de forma proporcional. Las cantidades pequeñas nos ayudarán a digerir mejor los alimentos y no sentirnos pesadas, ni hinchadas.

Aumenta el consumo de pescados, tanto blancos como azules. Son una proteína muy saludable y si lo comemos en la cena nos ayudarán a una mejor digestión y facilitará un mejor descanso nocturno. Aunque ya lo sabemos, es importante recordar que debemos evitar el consumo excesivo de fritos, picantes y productos elaborados ricos en azúcares y grasas.

-Sustituye el pan blanco o refinado por el de harinas integrales o semillas como la espelta, quinoa o avena muy ricos en vitaminas que además nos ayudarán a combatir el estreñimiento.

-Durante el embarazo hay que procurar no realizar movimientos bruscos o levantamientos de peso importantes pero no significa que no practiquemos deporte y que nos dediquemos a lo que popularmente conocemos como “sillón ball”. Es importante realizar ejercicios que nos hagan sentir bien, siempre y cuando nuestro obstetra, el nombre que recibe el médico especialista encargado de cuidarnos durante el embarazo, no contraindique alguno de ellos.

Por lo que, a modo de ejemplo, podríamos realizar los siguientes: caminar, que aporta múltiples beneficios y evita la hinchazón de piernas y pies, así como alivia el estreñimiento y las hemorroides.; ejercicios en el agua como la natación o aquaerobic dado que mejoran la musculatura; el yoga, que también ayuda a mejorar la postura corporal y relajar la tensión nerviosa o el método pilates, que proporciona ventajas similares al yoga.

-Cuando el estrés alcanza un alto grado y no podemos aliviarlo acumulándose, afecta negativamente a nuestro cuerpo y mente. Según ciertos estudios, esta acumulación puede afectar a nuestro futuro bebé. El estrés libera ciertas hormonas que pueden causar complicaciones obstétricas, que el parto se adelante o que nuestro bebé tenga un bajo peso al nacer. Por ello, es importante que sepamos canalizar cualquier problema que nos pueda surgir, ya sea bien a través del yoga, por ejemplo, o de la meditación para que no nos afecte a nosotras, directamente, y a nuestro futuro bebé de forma indirecta.

Para prevenirlo, se puede recurrir a algunos remedios caseros como una buena lectura antes de ir a dormir o un baño relajante, que te ayudarán a conciliar mejor el sueño y a levantarte al día siguiente con energía. Para finalizar, es importante que tengas confianza en tu obstetra y matrona. Ellos son especialistas y son los más adecuados para ayudarte a resolver cualquier duda que pueda surgirte. En Accuna contamos con especialistas en el embarazo que te ayudarán durante este bonito proceso.

Sabina Mira



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