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Suplementos necesarios para una gestación

Muchas mujeres cuando deciden concebir un bebé a menudo se realizan preguntas como: ¿Debo incluir las vitaminas en la dieta diaria? ¿Cuáles recomiendan los especialistas para el embarazo? Y si soy vegetariana, ¿es importante que cambie mis hábitos alimentarios? Rocío Práxedes , Dietista-Nutricionista del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CODiNuCoVa) despeja estas cuestiones y algunas más sobre los mitos entorno a la alimentación durante el embarazo.

Las mujeres que quieren quedarse embarazadas y llevan a cabo una dieta rica en nutrientes, «no requieren del consumo obligatorio de suplementos vitamínicos, ya que la suplementación de estos nutrientes debe estar valorada y monitorizada por el médico», explica la especialista. Durante la gestación aumentan los requerimientos de proteínas, calcio, yodo, fósforo, magnesio, hierro y de las vitaminas C, B1, B2, ácido fólico, A, D y E, y sin embargo, la demanda de energía apenas varía unas 100-300Kcal/día, según período gestacional.

Pero estas necesidades nutricionales «pueden cubrirse a través de una dieta variada, completa, suficiente y equilibrada», añade Práxedes. La suplementación de nutrientes como el ácido fólico, el yodo y el hierro tendrá que ser valorada por el especialista.

No obstante, sí que existen algunos suplementos necesarios para preparar una gestación. El dietista-nutricionista, Julio Basulto, en su libro ‘Mamá Come Sano’ recomienda la toma diaria de 400 microgramos de ácido fólico, tres meses antes de la concepción. Porque contribuye al crecimiento del tejido maternal en el embarazo y previene los llamados “defectos del tubo neural”, una serie de problemas (serios) del sistema nervioso del feto.

En el caso de una mujer vegetariana, «los nutrientes claves son las proteínas, los ácidos grasos omega-3, el hierro, el zinc, el yodo, el calcio y las vitaminas D y B12», explica Rocío Práxedes. Las dietas vegetarianas incluyen gran variedad de cereales integrales, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos, aceites vegetales y semillas, y están exentas de alimentos de origen animal, salvo el huevo y los lácteos.

En este sentido, la postura de la Asociación Americana de Dietética es que las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las totalmente vegetarianas o veganas, son saludables y nutricionalmente adecuadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo.

Sin embargo, existe el riesgo de que algunas personas se denominen como vegetarianas y no hayan recibido información fiable de un profesional para configurar sus menús. En este caso, podrían sufrir carencias nutricionales y energéticas, que pueden llegar a ser graves y perjudiciales para el feto, expone la dietista Práxedes.

Mientras que, a diferencia de las dietas vegetarianas, las veganas excluyen todos los alimentos de origen animal. Cabe tener en consideración que la vitamina B12 sólo se puede obtener mediante alimentos enriquecidos o suplementación.

En ese caso concreto es necesario que un dietista-nutricionista evalúe las prácticas dietéticas de las personas que han optado por una alimentación vegetariana o vegana (y de las mujeres omnívoras embarazadas). El médico se ocupa del control analítico y la prescripción de suplementación en caso de ser necesaria, y los dietistas-nutricionistas tienen un papel clave en la educación alimentaria.

De esta forma, enseñan a la mujer embarazada a planificar y optimizar la compra, preparar los alimentos para «mejorar la biodisponibilidad de los nutrientes en riesgo de faltar, y dirigir  las modificaciones dietéticas para satisfacer sus necesidades energéticas y nutricionales», recalca la dietista-nutricionista.

 



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