Las cinco preguntas del mes de noviembre

Sabemos que surgen muchas dudas cuando hablamos de reproducción asistida, ginecología o maternidad. Por eso, hemos escogido cinco dudas habituales de nuestras pacientes que han surgido durante el mes de noviembre, que el equipo médico de Accuna responde:

1.- ¿Puedo tomar ansiolíticos y/ó antidepresivos durante el embarazo?

Durante la gestación no se deben tomar medicamentos si estos no están prescritos por el médico, pues algunas medicaciones pueden causar graves alteraciones al feto y complicaciones. Toda la gente sabe que no debe medicarse durante el embarazo y la lactancia, pero debemos tranquilizar a las personas que necesitan hacerlo durante ese periodo. Siempre tenemos que considerar entre los beneficios y los riesgos antes de decidirnos a dar un tratamiento. Es fácil de entender que no haya estudios en embarazadas, que nos permitan saber si un psicofármaco u otro medicamento puede resultar dañino para la gestación o el feto, no obstante tenemos estudios de mujeres que han tomado estas medicaciones en el embarazo y sabemos cómo ha ido su gestación y la de su bebé. También se hace una extrapolación de lo que ocurre a animales de experimentación. Los ansiolíticos y antidepresivos están incluidos en la clase D de la FDA (agencia americana del medicamento), por evidencia de riesgo.

Las complicaciones que podrían producir los antidepresivos son un aumento de abortos espontáneos en relación con las mujeres que no los toman, aumentan el número de prematuros y de bajo peso al nacer. Cuando se toman hasta el final del embarazo hasta un tercio de los recién nacidos sufren el síndrome de abstinencia con temblores, convulsiones e irritabilidad, que suele durar unos días.

El psiquiatra y su obstetra tendrán que valorar que tratamiento dar, pues si se necesita, no es bueno dejar a la gestante sin tratamiento (valoración riesgo beneficio) con esto se intenta evitar el primer trimestre de la gestación y al final de la misma.

2.- ¿Una ligadura de trompas es reversible?

 Aunque la esterilización tubárica está clasificada como método anticonceptivo irreversible, podemos decir que con la cirugía microscópica de la tubárica, se puede hacer que las trompas puedan volver a ser de nuevo permeables y, por tanto, la mujer pueda gestar de nuevo. La ligadura de trompas se realiza en mujeres que creen tener cumplido su deseo genésico, no desean tener más hijos y no quieren, o pueden, utilizar otros métodos anticonceptivos reversibles, como los anticonceptivos hormonales, DIU o preservativos.

Aproximadamente un 15 por ciento de las mujeres que se han ligado las trompas se arrepiente de ello con el paso de los años, cuanto más joven se ha hecho la intervención más posibilidades tiene. Con el paso del tiempo, pueden modificarse las circunstancias de su vida, por ejemplo, cambio de pareja y desear tener un hijo. Para conseguir esta gestación deseada se puede recurrir a las técnicas de reproducción asistida como la fertilización in vitro o recurrir a la repermeabilización de las trompas.

Hay varios procedimientos para realizar la ligadura de trompas como son: la sección y ligadura de los extremos seccionados, colocación de un clip en la trompa para obstruir la misma, la extirpación de las fimbrias o de toda la trompa. Dependiendo del mismo, se podrá o no revertir la operación. Cuando se ha extirpado la trompa o la zona distal, las fimbrias, no se puede hacer nada. Para recanalizar con éxito se necesita que, tras la intervención de la ligadura, queden por lo menos 4-5 cm de trompa sana, para que después de la microcirugía puedan funcionar correctamente.

La tasa de embarazo ectópico aumenta un cinco por ciento. Los embarazos posteriores a la intervención se producen de forma natural, sabemos que en las mujeres mayores la fertilidad disminuye a partir de los 35 años y más significativamente a los 40, por esto la edad es un factor a tener en cuenta a la hora de realizar la intervención.

3.- ¿En qué consiste una estimulación ovárica?

La estimulación ovárica controlada (EOC) consiste en la obtención del número de folículos dominantes que maximicen los resultados de la técnica de reproducción asistida que vaya a realizarse. No es lo mismo la EOC para una inseminación artificial, en que necesitaremos de 1 a 3 folículos dominantes, mientras que para una FIV la estimulación ovárica es mayor, pues hemos de conseguir un mayor número de ovocitos que nos permita obtener los suficientes embriones de buena calidad, para dar a la paciente posibilidades de embarazo.

Dependiendo de la EOC que tenemos que hacer, utilizaríamos diferentes tratamientos, Citrato de Clomifeno(CC) , la Hormona Folículo Estimulante (FSH), antagonistas de la hormona liberadora de la gonadotropina y desencadenaremos la ovulación con la Hormona Corionica humana (HCG). El CC, por su parte, es un tratamiento que se toma por vía oral, mientras que los demás es una medicación que se inyecta por vía subcutánea. El ginecólogo decidirá qué tipo de tratamiento ha de seguir y para ver la evolución del mismo, se realizan ecografías, controlando el crecimiento de los folículos y decidir cuándo se pone la última inyección de HCG y desencadenar la ovulación así podrá programar la inseminación o la punción para recuperar los ovocitos.

4.- Llevo ya muchos intentos y estoy desesperada, ¿qué consejos me dan para afrontar la betaespera?

La betaespera es un término coloquial y que significa el tiempo que transcurre desde la implantación de los embriones en el útero hasta que se realiza el test de gestación (determinación de la fracción beta de la hormona coriónica, hormona del embarazo). Ya sabes por tu propia experiencia que estos días, que no llegan a dos semanas, se hacen interminables y angustiosos. La gran preocupación es “¿todo va bien?” y en vez de ser positiva y pensar que sí, se dan muchas vueltas a la cabeza a esos síntomas que se notan a lo largo de los días.

Los primeros días se pasan bien, no tienes ningún síntoma, está muy reciente la trasferencia. Después empiezas a notar algunos cambios en tu cuerpo como aumento del pecho, molestias abdominales, mareo, cansancio, estreñimiento, aumento del sueño, síntomas que podrían ser de un posible embarazo o simplemente debido a los efectos de la progesterona que te estás poniendo. En estos días, aumenta la necesidad de ir al baño, para ver si manchas o no, buscando una señal de alarma pero has de saber que por la medicación que llevas o por la implantación del embrión puedes sangrar y no ser la regla que temes. Debes de evitar esta preocupación constante.

Sin duda, gestionar la betaespera es difícil. Pero si tienes ansiedad, puedes aprovechar tu tiempo libre haciendo cosas que te relajen, aprovechar para realizar aquello que siempre quisiste hacer y nunca has podido por falta de tiempo, darte algunos mimos, sal con las amigas, distráete, tienes que evitar estar pensando todo el día en los síntomas que estás notando y tienes que ser positiva. Continúa haciendo tu vida normal y, si lo necesitas, llama a tu ginecólogo para que te elimine las inquietudes que te rondan por la cabeza. Hay que ser positivos y pensar que se está cada día más cerca de nuestro objetivo una beta positiva.

5.- Soy posmenopáusica, ¿cada cuánto tiempo tengo que visitar al ginecólogo y qué tipo de pruebas es conveniente que me realicen?

 Tienes que seguir realizando los controles ginecológicos habituales. Menopausia, significa el cese de las menstruaciones, es sólo el final de tu vida fértil, ocurre alrededor de los 50 años. Hay un descenso de los estrógenos y esto producirá una serie de alteraciones a corto y largo plazo, que se deben controlar y tratar si procede. Todo el mundo conoce el más llamativo de los principales síntomas menopáusicos, los típicos “calores”, los sofocos, la irritabilidad, la labilidad emocional y descansar mal son otros de los síntomas.

Cuando esta sintomatología es importante y afecta a la calidad de vida de la mujer, el ginecólogo prescribirá un Tratamiento Hormonal Sustitutivo (THS) con estrógenos y gestágenos, adecuado a cada caso, decidiendo con la mujer el mismo y la vía de administración (comprimidos, parches, geles). Otra sintomatología que suele aparecer posteriormente y que a veces no se comenta por vergüenza es la “sequedad vaginal” por la atrofia producida por el descenso de los estrógenos. Esto provoca la dispareunia o dolor con las relaciones sexuales. De tratamiento sencillo con óvulos o cremas a base de estrógenos.

Otra complicación, a medio o largo plazo, es la aparición de la descalcificación ósea, llamada osteopenia si es inicial y osteoporosis, si es más intensa. El diagnóstico se realiza con la Densitometría Ósea (DO) es conveniente hacerla de la columna y la cadera. En los controles ginecológicos tenemos que seguir haciendo la prevención del cáncer de cérvix y de mama y aconsejar que se realice el de colón por su médico de cabecera. Los controles citológicos de HPV se seguirán realizando hasta los 65 años, siempre y cuando, las anteriores controles fueran normales. Las mamografías se tendrán que realizar por lo menos hasta los 70 años, la periodicidad de la misma será entre 1 o 2 años.

Con la ecografía ginecológica vaginal que hacemos en la revisión, nos sirve para controlar la posible patología endometrial y ovárica. Como durante la menopausia aumentan los riesgos cardiovasculares y la aparición de otras enfermedades endocrinas, como la diabetes y alteraciones tiroideas, podemos solicitar una analítica en la que no nos hemos de olvidar del colesterol, la glucemia y pruebas tiroideas. Tenemos que aprovechar durante las revisiones para inculcar “hábitos de vida saludables” que nos ayudarán a prevenir enfermedades y hacernos sentir mejor, como la dieta con alimentos que contengan calcio y la disminución, si no se puede evitar el consumo, de tabaco, alcohol y café, así como hacer ejercicio moderado, pero de forma constante y tomar el sol.

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